Ha pasado ya un tiempo desde el último análisis de máscaras. Lo cierto es que me he concienciado en acabar lo que tengo y no dejar abiertas varias máscaras, porque al fin y al cabo no es un producto que use tanto y se hecha a perder pronto.
Hoy meto en vereda a la máscara de Urban Decay Troublemaker.
Descripción general: Troublemaker Mascara multiplica por 13,7 el volumen de las pestañas y les da un negro intenso, radical, sexy y arrebatador.
Puntuación general: 2/10
Precio: 0/10 (25,50 €)
Packaging: 5/10
Cepillo: 0/10
Mi opinión: Si es que no sé para qué me meto en el barro, si luego no sé salir. Tenía que haberla probado antes (y posibilidades tuve) pero me deje llevar una vez más por los buenos comentarios de las redes sociales y ala, menudo sorpresón.
Mirad que he probado máscaras, que pocas me convencen, pero es que tan mala como esta pocas.
Vaya robo! Osea, digamos que a esta máscara le falta poco para hacerte un masaje (según su descripción). Una máscara que cuesta más de 25 euros, debería de por lo menos, hacer algo. Pero no, ni siquiera me da definición, unos pegotes bien grandes son los que me deja y el rizado es una utopía. Lo sé, tengo unas pestañas pobres, pero enserio, he notado muchísimo más con otras máscaras.

El cepillo: Normalmente, de las máscaras que no me gustan, suelo salvar el cepillo, pero esta ni eso. No he visto cepillo más incómodo y menos útil que este. Es de cerdas de silicona (las que más me gustan) pero combina cerdas cortas y largas se supone para ayudar a crear volumen en las pestañas. Lo que me crea como ya os he dicho antes son pegotes y unos manchurrones en el parpado. Es imposible llegar a la raíz sin mancharse. Quizás hago algo mal, pero no me parece un cepillo ni fácil ni práctico.
Y ahora vamos con las fotos (como siempre primera foto sin nada y segunda con dos capas de máscara):
Vosotras ¿la conocíais?¿la habéis probado?